jueves, 17 de diciembre de 2015

¿Qué ocurriría si...?

¿Qué sucedería si dejásemos de comer?

Durante las 6 primeras horas sin comer, no sucede nada diferente ya que nuestro cuerpo se mantiene gracias a las reservas de glucógeno que nos proporcionan energía necesaria para seguir con las funciones corporales.
A las 6 horas sin comer, esas reservas se agotan. Comenzamos a estar de mal humor y muy irritables, porque nuestro cerebro no tiene la energía que necesita.
En el momento en el que el cuerpo carece de la energía necesaria, entra en cetosis (situación metabólica del organismo originada por un déficit en el aporte de carbohidratos, lo que induce el catabolismo de grasas para obtener energía, generando los cuerpos cetónicos, que descomponen las grasas dando lugar a acetoacetato, usado como energía por el cerebro y el resto del cuerpo).
La energía que se produce en la cetosis se utiliza por un tiempo. Aún así, el cerebro sigue necesitando glucosa y deja de rendir al completo.
Después de tres días sin comer, el cuerpo empieza a descomponer las proteínas de los músculos en glucosa, para poder seguir funcionando. En resumidas cuentas, después de 72 horas sin comer, el cuerpo comienza a comerse a sí mismo.
A la semana o la quincena, el sistema inmunológico está deteriorado tanto que no puede combatir ninguna enfermedad.
Una de las causas de muerte más comunes en gente que no se alimenta es un fallo cardíaco. Los músculos del corazón están demasiado débiles como para bombear sangre al cuerpo y se para.
El tiempo medio que puede sobrevivir una persona sin comer, son tres semanas. Aunque el tiempo máximo registrado es de 70 días.


Fuentes:


¿Y si nuestras dietas no fuesen saludables?

Las dietas poco saludables son un factor importante de riesgo para el desarrollo de enfermedades crónicas. Algunas de ellas pueden ser:
  • Diabetes: un conjunto de trastornos metabólicos que comparten la característica común de presentar elevada glucosa en la sangre (también llamado hiperglicemia) de manera persistente o crónica.
  • Hipertensión: una enfermedad crónica que se caracteriza por un incremento continuo de la presión sanguínea en las arterias.
  • Sobrepeso: el aumento de peso corporal por encima de un patrón fijado. Para calcular si se tiene o no sobrepeso, se utiliza el índice de masa corporal (IMC), que mide el nivel de masa corporal en relación con el peso y la talla.
  • Enfermedades cardiovasculares: todo tipo de enfermedades relacionadas con el corazón o los vasos sanguíneos. Algunas de ellas son aneurisma, aterosclerosis, apoplejía, arritmias, enfermedad de la arteria coronaria, hipertensión…
  • Cáncer: conjunto de enfermedades relacionadas en las que se observa un proceso descontrolado en la división de células del cuerpo.


Fuentes:


Respiración aeróbica y anaeróbica

La respiración celular es un tipo de metabolismo energético en el que los seres vivos obtienen energía de moléculas orgánicas, como la glucosa.
La fórmula general de la respiración celular es la siguiente:




El ATP, que es un nucleótido fundamental en la obtención de energía celular, proporciona energía para los músculos. Así, dependiendo de la intensidad del ejercicio realizado, la respiración celular se lleva a cabo de manera aeróbica o anaeróbica.




La respiración aeróbica se realiza con oxígeno. Los ejercicios y actividades aeróbicas se caracterizan por una frecuencia cardíaca algo más elevada que permite continuar las actividades durante más tiempo. El oxígeno permite convertir la glucosa en ATP de una manera más eficiente, sin crear exceso de productos de deshecho. La frecuencia cardíaca aumenta para poder proporcionar el oxígeno adicional que se requiere.




La respiración anaeróbica se realiza sin oxígeno. Los ejercicios anaeróbicos consisten en actividades de alta intensidad. El cuerpo no puede proporcionar el oxígeno suficiente para realizar la respiración aeróbica normal, por tanto, el ritmo cardíaco se eleva a niveles máximos intentando bombear más sangre oxigenada, pero no es capaz de mantener el ritmo. Es aquí cuando comienza a producirse la respiración anaeróbica, convirtiendo la glucosa en ATP y creando un producto de deshceho conocido como ácido láctico. De esta forma, el cuerpo puede absorber mucho más ácido láctico antes de que los músculos se retuerzan. Por esta razón, la respiración anaeróbica sólo se sostiene durante períodos cortos de tiempo.




Las fermentaciones son un proceso anaeróbico en el que no intervienen las mitocondrias ni la cadena respiratoria. Es característico de algunos microorganismos, y se produce también en las células de los animales (excepto en neuronas). Algunas células como los eritrocitos son incapaces de realizar la respiración celular, por lo que tienen que fermentar; el tejido muscular de los animales realiza la fermentación láctica cuando el aporte de oxígeno a las células musculares no es suficiente para el metabolismo aerobio y la contracción muscular (este es el proceso explicado en el párrafo anterior de la respiración anaeróbica, en la que se forma ácido láctico debido a la fermentación láctica).


Vídeo que resume la información:

Fuentes:




ATP, "la moneda de la energía"

El adenosín trifosfato (ATP, adenosine triphosphate) es un nucleótido fundamental en la obtención de energía celular. Está formado por una base nitrogenada (adenina) unida al carbono 1 de una pentosa, la ribosa, que en su carbono 5 tiene enlazados tres grupos fosfato. Es la principal fuente de energía para la mayoría de las funciones celulares. Se produce durante la fotorrespiración y la respiración celular. Es consumido por muchas enzimas en la catálisis (proceso por el cual se aumenta la velocidad de una reacción química debido a un catalizador) de numerosos procesos químicos.
Su fórmula molecular es C10H16N5O13P3

Fue descubierto por Karl Lohmann, en 1929; y fue propuesto como principal molécula de transferencia de energía en la célula por Albert Lipmann, en 1941.
Propiedades y estructura:
La estructura de la molécula consiste en una base purina (adenina) enlazada al carbono 1 de un azúcar pentosa. Los tres grupos fosfato se unen al átomo de carbono 5 de la pentosa. Los grupos fosforilo se conocen como fosfatos alfa (α), beta (β) y gamma (γ), siendo alfa el más cercano a la ribosa.
El ATP es altamente soluble en agua y muy estable en soluciones de pH entre 6.8 y 7.4, pero se hidroliza rápidamente a pH extremo. Por eso se almacena mejor como una sal anhidra (que no contiene agua).
Su masa molecular es de 507,181 g/mol y su acidez es de 6.5. Es una molécula inestable y tiende a ser hidrolizada en el agua. Si el ATP y el ADP se encuentran en equilibrio químico, casi todos los ATP acabarán siendo ADP. Las concentraciones de ATP son miles de veces superiores a las de ADP. Este desplazamiento del equilibrio significa que la hidrólisis de ATP en la célula genera una gran cantidad de energía.
Es erróneo llamar al ATP “molécula de gran energía”, ya que una mezcla de ATP y ADP en equilibrio no realiza un trabajo útil.
En solución neutra, el ATP está ionizado. Principalmente existe como ATP4-
Funciones:
Fuente de energía: el ATP es la principal fuente de energía para la mayoría de las funciones celulares, incluyendo síntesis de macromoléculas como ADN, ARN y proteínas. También transporta las macromoléculas a través de las membranas celulares. Ésta molécula se utiliza en los seres vivos para proporcionar la energía consumida en las reacciones químicas. La energía se almacena en los enlaces entre los grupos fosfato. En los seres humanos, el ATP constituye la única energía utilizable por los músculos. Está involucrado en el mantenimiento de la estructura celular, facilitando el montaje y desmontaje de los elementos del citoesqueleto; es necesario para el acortamiento de los filamentos de actina y miosina necesarios para la contracción muscular.


Señalización extracelular: es utilizado por las quinasas en sus reacciones de transferencia de fosfato. La actividad de las quinasas sobre proteínas o lípidos de la membrana son una forma común de transducción de señales. Además el ATP también se utiliza para formar AMPc (AMP cíclico), una molécula segundo mensajero involucrada en el desencadenamiento de las señales de calcio mediante la liberación de calcio intracelular. Esta forma de transducción de señales es importante en la función cerebral.


Síntesis de desoxirribonucleótidos: los desoxirribonucleótidos componen el ADN y se sintetizan por enzimas que reducen el grupo hidroxilo 2 de la ribosa, convirtiéndola en desoxirribosa, formando un desoxirribonucleótido (dATP).
Almacenamiento del ATP:
Las reservas de ATP en el organismo no exceden de unos pocos segundos de consumo. En principio se produce de forma continua, pero cualquier proceso que bloquee su producción provoca la muerte rápida.
La creatina enlazan un fosfato mediante un enlace rico en energía (el ADP puede convertirse en ATP por acoplamiento de fosfato de creatina). Por lo tanto, la creatina recicla el fosfato liberado por la hidrólisis de la molécula de ATP original.
El ATP no se puede almacenar en su estado natural, sino sólo como intermediarios de la cadena de producción de ATP. Por ejemplo, el glucógeno puede convertirse en glucosa y aportar combustible a la glucolisis si el organismo necesita más ATP. El equivalente vegetal es el almidón. La energía también puede almacenarse como grasa, mediante neo-síntesis de ácidos grasos.


Fuentes:


Hidratación

El agua es el componente principal de los seres vivos. Es más, sólo es posible sobrevivir unos pocos días sin agua. Al nacer, los humanos tenemos el 75% del cuerpo formado por agua, y un 60% en la edad adulta. De este agua que tenemos, el 60% se encuentra en el interior de las células y es llamada agua intercelular. el resto es agua extracelular y circula en la sangre y baña los tejidos.
Este elemento es muy importante, ya que en él ocurren las reacciones que nos mantienen vivos.  Esto es así porque las enzimas  necesitan un medio acuoso para que su estructura tridimensional adopte una forma activa. Por medio del agua, se comunican las células de nuestros órganos, se transporta el oxígeno y los nutrientes a los tejidos, se retiran los residuos y productos de deshecho del metabolismo celular. Además, gracias a la alta capacidad de evaporación, el agua nos permite regular nuestra temperatura, sudando o perdiéndola por las mucosas.
En las reacciones de combustión de los nutrientes, se producen pequeñas cantidades de agua. El agua producida en la respiración celular se llama agua metabólica. En los seres humanos, la producción de este agua con una dieta normal no pasa de los 0.3 litros al día.


Consumir una cantidad suficiente de agua cada día es imprescindible para el correcto funcionamiento de los procesos de asimilación y para la eliminación de residuos del metabolismo celular. La necesidad de agua al día es de, como mínimo, unos tres litros. De estos tres litros, la mitad se obtienen bebiendo y la otra mitad de los alimentos. Estas necesidades se pueden ver aumentadas en diferentes etapas o situaciones de la vida.


También hay que tener en cuenta ciertas recomendaciones sobre el consumo de agua. Si se consume en grandes cantidades durante o después de las comidas, se disminuye el grado de acidez en el estómago (esto es porque se diluyen los jugos gástricos). Esto puede provocar que las enzimas necesiten un grado de acidez determinado para actuar, queden inactivas y la digestión se ralentice. Las enzimas que siguen actuando a pesar del descenso de acidez, pierden eficacia al quedar diluidas. La digestión puede ralentizarse aún más si las bebidas que se toman durante las comidas están más frías y hacen que la temperatura del estómago disminuye.
Se debe beber en los intervalos entre comidas, dos horas después de la comida y media hora antes de la siguiente. Además está recomendado beber uno o dos vasos de agua al levantarse, para conseguir activar los mecanismos de limpieza del organismo y una buena hidratación.
Es preferible consumir agua mineral, de un manantial o fuente de confianza antes que la del grifo. Muchos compuestos químicos son añadidos a las redes públicas de distribución de agua que pueden resultar peligrosos incluso en las dosis utilizadas por la sanidad pública, a pesar de que evitan la contaminación microbiológica. También es malo para el organismo el plomo que se disuelve de las tuberías, y otros elementos altamente tóxicos como mercurio, nitratos o cadmio, provenientes de los pesticidas agrícolas.



Durante la actividad física, las necesidades de agua pueden aumentar rápidamente, por eso, se recomienda aumentar el consumo de agua durante y después de realizar ejercicio, para reponer el agua que perdemos sudando.
Para los niños que realizan actividad física regularmente, basta con que consuman agua suficiente como para reponer la perdida durante el ejercicio.
El Instituto de Medicina  estadounidense publicó en un informe unos hábitos saludables para niños y adolescentes en el colegio. Alguna de las recomendaciones eran restringir la ingesta de azúcares, fomentar el agua gratuita para los estudiantes, promover el consumo de agua sin sabores, aditivos o carbonatada, limitar el consumo de bebidas isotónicas...


Fuentes:


http://letizb.blogspot.com.es/2015/12/atp-fatiga-e-hidratacion.html (de donde he sacado una de las fotos que mi compañera ha utilizado)

Fatiga


La fatiga es una falta de energía y motivación. Puede ser respuesta normal e importante al esfuerzo físico, estrés emocional, aburrimiento o falta de sueño. Es un síntoma común y no suele deberse a enfermedades serias, pero puede ser un signo de un trastorno físico o mental más grave. Si la fatiga no se alivia durmiendo bien, nutriéndose bien o no estando expuesto a estrés, debe ser evaluada por un médico.


Pero, ¿por qué nos cansamos? Esto es porque se pierden hidratos de carbono almacenados en forma de glucógeno en el organismo y porque nos deshidratamos, según un informe realizado por Radio Salil con Car San Cugat. En el intercambio energético es de vital importancia el ATP (Adenosín trifosfato). Nuestro organismo tiene muy poco ATP, así que se trata de crearlo y almacenarlo. Una de las formas más importantes de conseguirlo son los hidratos de carbono. Se almacenan muy poco, en el músculo y el hígado. Por eso, si se pierden hidratos de carbono no se obtienen las mismas cantidades de ATP, por lo que la energía no será la misma y nos sentiremos fatigados.


Las causas de la fatiga pueden ser físicas o psicológicas. Entre las más habituales podemos encontrar las siguientes:


  • Anemia: es una de las más comunes, sobre todo en las mujeres debido a la pérdida de sangre durante la menstruación. En el caso de que ocasione falta de hierro, se debe tratar con suplementos de hierro y alimentos que lo contengan (por ejemplo, carnes, legumbres y verduras)
  • Mala alimentación: una alimentación insuficiente o desequilibrada puede hacer que alguien se sienta cansado, débil y desganado.
  • Trastornos con el sueño: como pueden ser apnea obstructiva (interrupciones de la respiración que hacen a una persona despertar sin que sea consciente de ello), narcolepsia (deseo irresistible de dormir o ataques de sueño sucesivos), insomnio, algunos trabajos que impliquen dormir por el día y estar despierto de noche… Todo esto, tarde o temprano, produce fatiga.
  • Fibromialgia y fatiga crónica: si la fatiga es constante, dura más de 6 meses e interfiere con las tareas cotidianas, puede tratarse de fibromialgia o fatiga crónica. La fibromialgia es una enfermedad de dolor muscular crónico de origen desconocido, cuyo síntoma principal es la fatiga. El síndrome de fatiga crónica es una enfermedad neurológica grave que puede afectar de manera progresiva al sistema inmunitario, neurológico, cardiovascular y endocrino, cuyos síntomas son fatiga, fiebre, fotofobia (intolerancia a la luz), hiperacusia (intolerancia al sonido)...
  • Alergias: rinitis alérgica, asma o algunas alergia alimentarias pueden producir sueño.
  • Depresión: produce síntomas físicos como la fatiga, a pesar de ser un trastorno psicológico.
  • Consumo frecuente de cafeína, drogas y alcohol: estas sustancias producen fatiga, cansancio o agotamiento si se consumen en exceso.
  • Diabetes: puede producir fatiga porque los niveles elevados de azúcar permanecen en la sangre en lugar de entrar a las células para transformarse en energía.
  • Enfermedades cardíacas: al realizar tareas cotidianas se puede producir fatiga, que podría ser un indicio de problemas cardíacos.
  • Enfermedades autoinmunes: por ejemplo lupus (enfermedad crónica, autoinmune y sistémica que puede afectar a cualquier parte del cuerpo humano, altera la respuesta inmunológica afectando a múltiples órganos y sistemas) o enfermedad de Addison (deficiencia hormonal causada por un daño en la glándula adrenal, Addison la describió como languidez y debilidad general, actividad hipocinética del corazón, irritabilidad gástrica y un cambio peculiar en la coloración de la piel).
  • Deshidratación: estar bien hidratado es muy importante siempre, ya sea para hacer una actividad física intensa, en un día de calor, cuando el clima es más frío o al realizar un trabajo intelectual.
  • Infección del tracto urinario: la fatiga no es un síntoma claro de esta infección, pero sí que puede estar presente.


La fatiga depende del mantenimiento de la fuerza muscular durante el ejercicio, que depende a su vez de la generación de energía química a través de metabolismos oxidativos y no oxidativos. Se produce cuando los sustratos utilizados para la producción de ATP se agotan o cuando se acumulan deshechos en los músculos. Los sistemas nervioso central y periférico se puede ver afectados, ya que se puede producir fatiga por medio de acciones en los procesos nerviosos que activan los músculos. Cuando se reducen los niveles de ATP, fosfocreatina, glucógeno, glucosa… y aumentan los niveles de magnesio intramuscular, ADP, fosfato inorgánico, hidrógeno y radicales libres, amonio… pueden provocar un mal funcionamiento de los músculos y fatiga. Además puede contribuir la hipertermia, afectando al sistema nervioso central.


La resistencia a la fatiga se puede mejorar con un entrenamiento y una alimentación apropiados.


Para recuperarse de la fatiga se debe dormir bien todas las noches; consumir una dieta saludable; hidratarse bien; hacer ejercicio regularmente; aprender formas de relajación; mantener un horario de trabajo y personal razonable; cambiar las situaciones estresantes; tomar multivitaminas; evitar el consumo de alcohol, nicotina u otras drogas.
Se pueden seguir una serie de pasos para recuperarse, como son:
  • Estirar los músculos inmediatamente después del ejercicio mientras se toman respiraciones profundas para permitir que suficiente oxígeno entre en la sangre.
  • Aplicar hielo y calor.
  • Tomar una comida de recuperación para restablecer los músculos, que contenga proteínas complejas, con aminoácidos esenciales que el cuerpo no desarrolla por sí mismo y pueden ayudar a la degradación muscular.
  • Hidratarse bien durante y después del ejercicio, bebiendo agua o bebidas energéticas que contienen electrolitos. Los líquidos ayudan a los músculos a contraerse y relajarse.
  • Descansar durante 24 o 48 horas. Este descanso ayudará a los músculos a recuperarse de la actividad y almacenar energía nueva otra vez.
  • Hacer actividad ligera para mover los músculos cansados. Durante la actividad hay un aumento del flujo sanguíneo a los músculos y las endorfinas se liberan. Se aconseja que sea una actividad cardiovascular, como correr o montar en bicicleta a un ritmo lento.


En el caso de que sea una fatiga muy severa o persistente, la mejor solución es llamar a un médico para que pueda realizar un análisis.

Fuentes:
http://www.livestrong.com/es/recuperarse-fatiga-muscular-como_8479/

Alimentación y dietas

Alimentación, nutrición y nutrientes:

Es necesario distinguir los términos de alimentación y nutrición.
La alimentación es el acto de proporcionar alimentos al cuerpo e ingerirlos. Se realiza de forma voluntaria. La calidad de la alimentación depende principalmente de factores económicos y culturales.
La nutrición es el conjunto de procesos por los cuales el organismo recibe, transforma y utiliza las sustancias químicas contenidas en los alimentos. Se realiza de forma involuntaria e inconsciente y depende de procesos corporales, tales como la digestión, la absorción y el transporte de nutrientes.
Los seres humanos necesitamos un suministro continuo de materiales: los nutrientes. El número de nutrientes el limitado, sólo unas pocas sustancias nos sirven. Estas sustancias forman parte de los alimentos.
Los nutrientes pueden ser de dos tipos: macronutrientes (proteínas, glúcidos, lípidos, fibra y agua) o micronutrientes (vitaminas y minerales).
Se pueden clasificar de la siguiente forma:
  • Nutrientes energéticos: son aquellos que se usan como combustible celular. Componen prácticamente el grupo de macronutrientes. Al quemarlos, se obtiene energía.
  • Nutrientes plásticos: son aquellos que utilizamos para construir y regenerar nuestro cuerpo. Pertenecen mayoritariamente a las proteínas.
  • Nutrientes con función reguladora: son aquellos que facilitan y controlan las funciones bioquímicas. Son básicamente vitaminas y minerales. Cabe destacar la existencia de enzimas, que facilitan y aceleran las reacciones químicas y sin las cuales sería imposible la absorción de nutrientes.
El agua es muy importante, ya que sirve como disolvente de otras sustancias, participa en las reacciones químicas más vitales y contribuye a la eliminación de deshechos.

El valor energético de los alimentos:

El valor energético de un alimento es proporcional a la cantidad de energía que puede proporcionar al quemarse. Este valor se mide en calorías (cantidad necesaria para aumentar un grado la temperatura de un gramo de agua). Al ser un valor muy pequeño, se utiliza la kilocaloría (kcal), que equivale a 1000 calorías. Las dietas de los humanos adultos contienen entre 1000 y 5000 kilocalorías al día.
Los grupos de nutrientes energéticos tienen cada uno un valor calórico diferente, que se mantiene más o menos uniforme dentro de ese grupo.
  • Un gramo de glúcidos o de proteínas: 4 calorías.
  • Un gramo de grasa: 9 calorías. (La energía que acumulamos en el organismo se reserva en forma de grasas, ya que tienen un mayor valor energético).
De esta forma, las necesidades energéticas de cualquier ser vivo se pueden calcular gracias a varios componentes. La Tasa de Metabolismo Basal (TMB) indica la cantidad de energía que requiere el organismo cuando está en reposo absoluto y a temperatura constante. Esta tasa depende de factores como el peso corporal, la relación entre masa de tejido magro y graso, la superficie externa del cuerpo, el tipo de piel o incluso una determinada temperatura. Las tasas metabólicas de los niños son muy altas, y la de los ancianos más reducidas. El metabolismo basal puede aumentar o disminuir, dependiendo, por ejemplo, de si estamos sometidos a estrés o si hay un ayuno prolongado.
Hay unas formulas que dan el valor de esta tasa. La más utilizada actualmente es la ecuación de Harris-Benedict:


Hombres
TMB = (10 x peso en kg) + (6,25 × altura en cm) - (5 × edad en años) + 5
Mujeres
TMB = (10 x peso en kg) + (6,25 × altura en cm) - (5 × edad en años) - 161


Además, en función del ejercicio físico que se realice, hay que multiplicar la tasa de metabolismo basal por un determinado número.

Dieta equilibrada

Una dieta equilibrada es aquella que contiene todos los alimentos necesarios para conseguir un estado nutricional óptimo. Para conseguir ese estado, la alimentación tiene que cubrir unos objetivos:
  • Aportar calorías suficientes para llevar a cabo los procesos metabólicos y de trabajo físico necesarios.
  • Suministrar los nutrientes plásticos y reguladores suficientes.
  • Conseguir una cantidad de nutrientes equilibrada entre las demás. Así:
    • Las proteínas deben constituir un 10-15% del aporte energético total.
    • Los glúcidos deben aportar, al menos, un 50-55% de la energía total.
    • Los lípidos no deben sobrepasar el 30-35% de las calorías ingeridas.
Hay que tener en cuenta que hay un mínimo proteico necesario; por eso, a personas que siguen una dieta vegetariana les cuesta llegar a él, pero no tienen problemas si consumen vegetales variados (aunque suelen tenerlos con la vitamina B12, el hierro y el calcio).
Las recomendaciones que aparecen en una de las últimas RDA (Recommended Dietary Allowances) son las siguientes:
  • Comer variadamente de todos los grupos de alimentos, con un aumento de los carbohidratos, hasta un 50-55%, sin que la ingestión de azúcares pase el 10% del total, y reduciendo el consumo de azúcar refinado.
  • El consumo de grasa debería corresponder a un 30-35%, repartiendo entre grasa saturada (7-8%), monoinsaturada (15-20%) y poliinsaturada (5%). Además es recomendable reducir el consumo de colesterol hasta 300 mg/día.
  • La tasa de proteínas se limita al 10% de la energía diaria, o 0.8 gr por kilo de peso y día. Si no fuera así, en vez de cumplir funciones plásticas, se utilizarían como combustible celular, produciendo un balance de nitrógeno negativo. También se recomienda disminuir el consumo de carnes rojas y aumentar el de aves y pescados.
  • La cantidad de fibra vegetal debe ser superior a 25 gr por día. Además, la fibra no debe estar constituida sólo por fibra insoluble (con celulosa), sino que un 50% deberían ser fibras solubles (con pectinas).
  • La dieta debe aportar las calorías necesarias para cubrir las necesidades metabólicas de energía. Generalmente se recomiendan 30-40 kcal por kilo de peso y por día.
  • También se aconseja no pasar de los 6 gr de sal por día, para evitar el exceso de sodio, que podría conllevar a una sobrecarga renal e hipertensión. Así, evitar el consumo de alimentos ricos en sal, como los alimentos procesados y las comidas preparadas.




La dieta de los españoles

Según la información de la RDA recomendada expuesta, podemos llegar a las siguientes conclusiones sobre la dieta de los españoles:
  • Las calorías sobrepasan en un 17% a las recomendadas.
  • Se ingiere una cantidad excesiva de alimentos de origen animal.
  • Las proteínas sobrepasan en un 71% a las recomendadas. Se consumen unos 90 gr al día de media.
  • Hay un aporte insuficiente de carbohidratos (un 12% menor)
  • También es insuficiente el aporte de fibra (un 14% menor)
  • Se exceden las grasas en un 82%
Además se han detectado carencias de vitamina A y B12 en niños gallegos y de vitamina C en poblaciones marginadas, niños y ancianos. El déficit de zinc es cada vez mayor y el consumo de alcohol va en aumento.
La dieta de los españoles deja mucho que desear.




Diferencias entre sexo y edad

Hay que tener en cuenta que dependiendo del sexo y la edad de la persona, los requerimientos nutricionales varían.

Ingesta de calorías recomendadas



Categoría
Edad (años)
o condición
Peso
(kg)
Altura
(cm)
T.M.B.a
(kcal/día)
Ración media de kcal b
Múltiplo-TMB
Por kg
Por día c
Lactantes
0,0 - 0,5
6
60
320
-
108
650
0,5 - 1,0
9
71
500
-
98
850
Niños
1 - 3
13
90
740
-
102
1300
4 - 6
20
112
950
-
90
1800
7 - 10
28
132
1130
-
70
2000
Varones
11 - 14
45
157
1440
1,70
55
2500
15 - 18
66
176
1760
1,67
45
3000
19 - 24
72
177
1780
1,67
40
2900
25 - 50
79
176
1800
1,60
37
2900
51 +
77
173
1530
1,50
30
2300
Mujeres
11 - 14
46
157
1310
1,67
47
2200
15 - 18
55
163
1370
1,60
40
2200
19 - 24
58
164
1350
1,60
38
2200
25 - 50
63
163
1380
1,55
36
2200
51 +
65
160
1280
1,50
30
1900
Embarazo
1er trimestre
+ 0
2º trimestre
+ 300
3er trimestre
+ 300
Lactantes
1er semestre
+ 500
2º semestre
+ 500


Dieta para un deportista

La utilización de sustratos se relaciona con el tipo de actividad física. Se relaciona con dos factores: la intensidad y la duración del ejercicio. Ambos factores se condicionan mutuamente.
El metabolismo tiene que adaptarse a la intensidad del deporte, por lo que las necesidades de nutrientes varían.
  • Agua y electrolitos: al realizar un deporte, la cantidad de agua que se puede perder es tan importante como para poder llegar a la deshidratación. Por eso se requieren muchos líquidos. El agua debe estar acompañada también de los electrolitos, que tienen una misión deportiva definida.


Potasio
Función muscular
Almacenamiento de glucógeno
Equilibrio hídrico
Sodio
Equilibrio hídrico
Activación enzimática
Calcio
Activación de nervios y músculos
Contracción muscular
Magnesio
Activación enzimática
Metabolismo de proteínas
Función muscular
Fósforo
Formación de ATP


  • Hidratos de carbono: son la principal fuente de energía para el organismo debido a su alta rentabilidad. Se almacenan en forma de glucógeno en el músculo y en el hígado. Pero la capacidad de reserva es muy pequeña, por lo que aumentarla es una de las batallas de los deportistas. Esto se llama “carga de glucógeno” y se consigue manipulando la dieta. Para un deportista, el 60-70% de las calorías tienen que venir de los hidratos de carbono.
    • Primero se disminuye la reserva de glucógeno de los músculos afectados (al mínimo). Con una dieta pobre en hidratos de carbono y un buen entrenamiento.
    • Después se realizan tres días de dieta muy rica en hidratos de carbono, por poco entrenamiento.
    • Por último, se ingiere una elevada cantidad de hidratos de carbono el día anterior al evento deportivo.


1 porción de arroz integral de 50 g ó 200 g de patatas ó 60 g de pasta integral
Aprox. 8 g de carbohidratos
200 g de guisantes o zanahorias
24 g de carbohidratos
150 g de guisado de ave
11 g
150 g de mezcla de frutas en almibar
23 g
200 ml de zumo de manzana
12 g
TOTAL:  
108 g


  • Lípidos: son el mejor combustible en pruebas de larga duración. La energía que producen se utiliza después de agotar la del glucógeno. Para los deportistas, la ingesta de lípidos tiene que suponer un 35% de las calorías totales ingeridas.
  • Proteínas: los deportistas tienen una necesidad proteica superior a la de la población general. Así, dependiendo de la modalidad deportiva y de la masa muscular, deben ingerir entre 1.2 y 1.7 proteínas por kilogramo de peso y por día. Las proteínas son un componente estructural no energético.


Actividad
Proteínas/kg peso
Adultos no deportistas
Deportistas de resistencia
Deportistas de resistencia y velocidad
Deportistas de fuerza
Deportistas durante el entrenamiento de fuerza
0.8-1 g
1,2-1,5 g
1,5-1.7 g
1,5-2.0 g
2.3-3.0 g


  • Vitaminas: sólo para deportistas con dietas de restricción calórica (como los gimnastas), está recomendado el aporte de suplementos para compensar un posible déficits. En general para los deportistas no existen bases que justifiquen las “megadosis” de vitaminas, aunque hay casos especiales, como los de las vitaminas B1, B2, B3, B6, A, C, E y betacaroteno, y el calcio y el hierro.

Diferencias en las dietas




Chica de 18 años, 165 cm, 55 kg de peso, complexión pequeña
Deportista de 18, 165 cm,
55 kg de peso, complexión pequeña
TMB
1330.25
1330.25
Carbohidratos
57%
60-70%
Grasas
25%
35%
Proteínas
15%
1’2-1’7 gramos por kilogramo
Fibra, vitaminas
3%
3-5%
Calorías al día
2200
2294.6


Ejemplo de dieta de entre 2100 y 2200 kcal.

Esta es una dieta ideada para una chica de 18 años que tiene 165 centímetros de altura y 54.11 gramos de peso, por lo que necesita entre 2100 y 2200 kcal.
De estas calorías totales, 1254 serán hidratos de carbono, 550 grasas y 330 proteínas (en total salen 2134 kcal.). Esto equivale a un total de 491’2 gramos. Además se consumen unos 30 gramos de fibra.


En el desayuno y la cena se ingiere un 20% de las calorías totales.
  • Hidratos de carbono: 250’8 kcal, es decir, 64’7 gramos.
  • Grasas: 110 kcal, es decir, 12’2 gramos.
  • Proteínas: 66 kcal, es decir, 16’5 gramos.
  • Fibra: 6 gramos.
En el almuerzo y la merienda, un 15%
  • Hidratos de carbono: 188’1 kcal, es decir, 47’025 gramos.
  • Grasas: 82’5 kcal, es decir, 9’16 gramos.
  • Proteínas: 49’5 kcal, es decir, 12’375 gramos.
  • Fibra: 4’5 gramos.
En la comida, el 30%
  • Hidratos de carbono: 376’2 kcal, es decir, 94’05 gramos.
  • Grasas: 165 kcal, es decir, 18’3 gramos.
  • Proteínas: 99 kcal, es decir, 24’75 gramos.
  • Fibra: 9 gramos.

A partir de estos datos, una posible dieta de un día podría ser la siguiente:
  • Desayuno: 100 gramos de leche entera, 12 gramos de cacao en polvo, 50 gramos de galletas digestive, 80 gramos de zumo de naranja y 20 gramos de pan.
  • Almuerzo: 120 gramos de queso fresco con unos 20 gramos de miel, 70 gramos de jamón de york y 20 gramos de pan.
  • Comida: 100 gramos de lentejas con arroz, 70 gramos de filetes de ternera con 50 gramos de patatas fritas caseras en aceite de girasol, 50 gramos de pan y una pieza de fruta, por ejemplo, un melocotón de 150 gramos.
  • Merienda: 10 gramos de pan con 60 gramos de queso parmesano y 90 gramos de manzana golden.
  • Cena: 50 gramos de puré de patatas y 50 gramos de zanahorias cocidas, 30 gramos de tortilla de queso, 125 gramos de yogurt, 10 gramos de pan y 50 gramos de zumo.


Dieta para un deportista:

Siguiendo las mismas operaciones realizadas para una dieta de 2200 kcal, haciendo las cuentas para una deportista de la misma edad, altura y peso, que realiza una actividad fuerte, tendría que realizar una dieta de 2354 kcal.
Una posible opción sería la siguiente:


Desayuno
Leche entera - 200 gr
Queso fresco - 30 gr
Pan tostado con fibra - 50 gr
Margarina - 20 gr
Albaricoque - 50 gr
Zumo de piña - 150 gr
Queso fresco - 30 gr
Yogur para beber - 100 gr
Almuerzo
Salami - 40 gr
Pan blanco 'baguette' - 70 gr
Café infusión - 200 gr
Comida
Pasta fresca hervida - 100 gr
Alitas de pollo - 200 gr
Ensalada de col con vinagreta - 100 gr
Yogur - 125 gr
Merienda
Queso de cabra (rulo) - 50 gr
Pan - 100 gr
Fresa - 50 gr
Cena
Merluza a la parrilla - 150 gr
Pan chapata - 50 gr
Tomate - 100 gr
Consomé - 100 gr
Nectarina - 70 gr

Zumo de naranja - 200 gr