martes, 23 de febrero de 2016

Aparato fonador: ¿cómo se producen los diferentes sonidos?

El aparato fonador está formado por tres grupos de órganos:
  • Órganos de respiración
  • Órganos de fonación (cavidades glóticas, laringe, cuerdas vocales y resonadores nasal, bucal y faríngeo)
  • Órganos de articulación (cavidades supraglóticas: paladar, lengua, dientes, labios y glotis)
El correcto funcionamiento del aparato fonador es controlado por el sistema nervioso central. Se sabe que el control del habla se realiza en el área de Broca (hemisferio izquierdo)


Para convertirse en sonido, el aire de los pulmones provoca una vibración y la laringe es el primer lugar donde se produce. Está formada por un conjunto de cartílagos, ligamentos y membranas que sostienen las cuerdas vocales (unas bandas de tejido muscular, repliegues o labios). La tensión, elasticidad, altura, anchura, longitud y grosor pueden variar (diferentes efectos sonoros).
Las cuerdas vocales producen una vibración audible en los llamado sonidos sonoros (vocales, semivocales, nasales…), en contraste con los sonidos sordos (fricativas: s, f, j, etc.). No vibran las cuerdas en estos últimos).
En nuestro idioma, el español, todas las vocales y muchas consonantes son sonoras.




El habla se realiza durante la respiración, cuando el aire contenido en los pulmones, sale, llega a la laringe y se encuentra con las cuerdas vocales.
Hay cuatro cuerdas vocales:
  • Dos superiores que no participan en la articulación de la voz
  • Dos inferiores que son las verdaderas, responsables de la producción de voz
Las dos cuerdas producen un sonido, que denominamos voz, si el aire choca contra ellas: en vez de abrirse y dejar pasar el aire, se juntan.

Hay tres mecanismos de producción de voz básicos:
  • La vibración de las cuerdas produce los sonidos tonales o sonoros
  • Las interrupciones en el flujo de aire dan lugar a los sonidos sordos
  • La combinación de vibración e interrupción, como las oclusivas sonoras (b, d y g)
El rango vocal lo determina la flexibilidad de las cuerdas.
El sonido producido es muy débil, por lo que debe ser amplificado. Esta amplificación tiene lugar en los resonadores nasal, bucal y faríngeo. Una vez que la voz sale de los resonadores, es moldeada por los articuladores (paladar, lengua, dientes, labios y glotis), transformándose en sonidos del habla. La posición concreta de los articuladores determinará el sonido que emite la voz.




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